El único sector de la realidad donde el Gobierno parece tener un plan es en la búsqueda de impunidad; a Cristóbal López y Fabián de Sousa los cuidan más que a Alberto Fernández; la oposición, a falta de estrategia, se radicaliza
En medio del desbarajuste económico y social, lo único constante del Gobierno es la búsqueda de la impunidad
En diciembre del año pasado, Cristina Kirchner terminó de derribar la posibilidad de un acuerdo cuando le dijo a Guzmán que no podía hacer una reducción de subsidios Todos los que conocen el financiamiento del Banco Mundial y el BID saben que a la Argentina nunca le han prestado más de 2000 millones de dólares.
detrás de la conducta de su hijo en la Cámara Baja hay una especie de golpe interno contra Fernández para dejarlo sin presupuesto.Se suma a todo esto un fenómeno importantísimo de la vida política. Hay que ser un poco obsesivo para seguirlo y entenderlo. Es la interna radical, que mueve montañas. Apasiona a los radicales. El viernes se elegía al jefe del radicalismo, que terminó siendo el jujeño Gerardo Morales.
Esta idea muy demagógica, que por entonces era verosímil, con superávit fiscal y comercial, ahora es imposible. Había otro bloque, que ya lo mencionamos: los radicales que dicen vamos a dar quorum, que puedan tener presupuesto. Nos opondremos en lo que es impresentable y en algunas cosas los apoyaremos porque nuestros gobernadores están beneficiándose en obra pública, créditos, giros del Tesoro, etc.En esa instancia aparece la interna radical. El sector de De Loredo y Yacobitti, que dice “tenemos un presupuesto alternativo”.
. Los que mandan son los halcones. Es difícil que alguien diga “yo no voy a acompañar en rechazar el presupuesto porque quiero darle una mano al Gobierno”. Entonces estamos ante una oposición que, a falta de una estrategia definida, se radicaliza. La oposición carece de una definición respecto del acuerdo con el FMI y de los niveles de estabilidad económica que se quieran alcanzar hasta 2023. Eso todavía no se definió.