Por mandato paterno desde los 7 años vivió cuidando la tumba de Santa Lucía en su monasterio. Fue un querido sacerdote.
es un camino llego de humildad y abnegación, que pinta muy bien la vida de las familias italianas y la del
Sus padres lo retaron con dureza y al día siguiente lo devolvieron al abad Fausto, que estaba al frente del Monasterio de Santa Lucía. Cuentan los escritos que esa misma noche, en sueños, al pequeño Zósimo se le apareció la imagen de Santa Lucía, pero apareció la Santa Madre quien respondió por él y dijo que nunca volvería a cometer un error así.
Los biógrafos cuentan que San Zósimo gobernó el monasterio de Santa Lucía con sabiduría, amor y prudencia. En el año 649 murió el obispo de Siracusa, y hubo que nombrar un reemplazo. Los sacerdotes no dudaron y propusieron a Vanerio, un sacerdote carismático y ambicioso. Pero el pueblo de Siracusa pidió por, el sacerdote humilde que había estado más de 60 años al lado de ellos, desde que era chiquito.