Pintar la música, las ciudades, los migrantes
Llovizna. Una joven comenta su temor a"los chorros" con otros chicos rosarinos en las escalinatas del ingreso al teatro el Círculo, por Laprida 1235. La cronista se demora en unas pinturas de Julio Vanzo y un dibujo de Renata Schussheim, y después entra a la sala Trillas. "Tengo que cerrar", irrumpe sin más protocolo una señora corpulenta ni bien se ha hollado la prístina alfombra color manteca.
La versatilidad con que López Armentía se pasea entre dimensiones, disciplinas y materialidades revela años de oficio y una gran inventiva, unida a un sentido clásico de la armonía entre forma y contenido. Emplea pesadas texturas para representar los medios de transporte, las mercancías, los productos; traza líneas finas como hilos de hilvanar para retratar a los ínfimos hombres, poco más que frágiles siluetas erguidas.