En un segundo plan presentado por la compañía, apenas se cumplen las fechas de licitación. Fuentes de la empresa reconocen la complejidad de la obra
El metro de Madrid presume de ser uno de los más accesibles del mundo y de avanzar hacia la accesibilidad universal. Lo primero es cierto; lo segundo, una promesa que va con retrasos. De sus 302 estaciones, hoy un más del 60% tienen ascensores y dispositivos complementarios que permiten que personas con movilidad reducida o familias con carritos de bebé puedan acceder tranquilamente a las instalaciones.
Diego de León debería tener hoy 14 ascensores que beneficien a los pasajeros que necesitasen ir al Hospital de La Princesa o a los hospitales universitarios Gregorio Marañón y Ruber Juan Bravo; pero tras año y medio de la adjudicación, no hay señales de alguna excavación para los pozos de los elevadores. Por otra parte, Ventas y San Bernardo están adjudicadas y pendientes de comenzar la construcción de sistemas accesibles.