Los republicanos le negaron a Merrick Garland, fiscal general de Estados Unidos, un asiento vitalicio en la Corte Suprema de Justicia.
Ahora Garland enfrenta una crucial decisión: el posible enjuiciamiento de un ex presidente de ese partido.
Y mientras Nixon estaba desgastado y renunció una vez caído en desgracia, Trump, de 76 años, mantiene un férreo control sobre el Partido Republicano y coquetea abiertamente con la idea de volver a presentarse para las elecciones presidenciales de 2024. Trump no ha sido inculpado hasta ahora por ninguno de estos casos, pero el comité parlamentario que investiga el ataque al Capitolio dejó marcado un camino para Garland durante una serie de audiencias públicas en las que presentó sus conclusiones.
“Garland tiene la suficiente experiencia política como para entrever las consecuencias de perseguir a Trump”, dijo Schwinn, y tiene “complicadas consideraciones que poner en la balanza. Por un lado, Garland tiene que pensar en cuál es su trabajo, y este consiste en aplicar la ley”, dijo.