Uno de los géneros más identificados con la identidad televisiva tiene cada vez más horas en pantalla, pero con características más austeras y condiciones de mayor precariedad que en otros tiempos
. La única base sólida del armado es la decisión de sostener este perfil, porque los programas funcionan como fusibles o piezas intercambiables según los vaivenes del rating.nos dice que la estabilidad pasa por el formato y no por la permanencia de cada programa, aunque buena parte del atractivo se sostenga desde el esfuerzo de algunos de sus protagonistas.
Nadie se rasga las vestiduras si hay que adelantar la despedida en caso de que los números de audiencia no respondan.la propia lógica televisiva acepta en estos casos que se trata de productos expuestos desde el comienzo al riesgo cierto del descarte. La televisión argentina tiene la dudosa costumbre de llevar al formato diario programas de entretenimientos que en sus países de origen funcionan desde el comienzo con frecuencia semanal.