El autor plantea la hipótesis de que el persistente y creciente odio hacia el populismo es la expresión de la cada vez mayor imposibilidad de creer en la derecha.
I. José Pablo Feinmann escribió el pasado 14 de noviembre una nota en la que intentaba leer nuestro presente evocando el camino de la República de Weimar hacia el nazismo. En ese momento, aún no se habían hecho públicos los deseos de algunos miembros de JxC de contar con una Gestapo antisindical. La analogía de Feinmann, pues, no resultó para nada desacertada, sobre todo si procuramos pensar las condiciones de la violencia política.
VI. Respecto de las creencias religiosas Freud supuso que, finalmente, cederían ante la razón científica y que no debíamos temer a un incremento de la violencia una vez que se destrone a Dios como fuente del mandamiento “no matarás” . No obstante, el optimismo freudiano, en los dos sentidos mencionados, no le impidió comprender la necesidad de la creencia ni el motivo de aquel miedo.
VIII. El valor pedagógico y docente de la experiencia histórica no parece ser del todo eficaz. La pandemia, por caso, exhibe lo que también ocurre en tantas subjetividades con la historia. Podemos decirlo así: el tiempo transcurrido, lo vivido, decanta más como agotamiento que como experiencia y aprendizaje. Sujetos que transitan desde la imposibilidad de anticipar un futuro hasta la urgencia por decretar que solo se trata de un pasado ya superado .
En suma, la capacidad predictiva sucumbe ante la seducción de la negación pronóstica. Y mecanismos similares pueden funcionar durante mucho tiempo cuando la violencia avanza, incluso cuando el huevo de la serpiente ya perdió su cáscara. X. Malo es Milei cuando dice “zurdos de mierda”, Espert con su criminología del “queso gruyere” o de la opción “cárcel o bala”. Mala es Bullrich cuando invita a que quien quiera ir armado que vaya armado, o Vidal cuando discrimina por barrio y billetera el consumo de marihuana. Malo es Etchecopar con su verborragia dañina, o el periodista Feinmann cuando su derecho penal celebra el “uno menos”. Malos son los que matan mapuches o los que asesinaron a Lucas.
Algo similar acaso suceda con la vista, ese sentido que según Freud cobró relevancia a partir de la bipedestación y reemplazó al valor que hasta entonces tenía el olfato.