El regreso del galo tras su lesión de tobillo es la gran esperanza rojiblanca para pasar a cuartos de final
El bajón de juego y resultados de los últimos partidos del Atlético, culminados con la bochornosa derrota liguera en Cádiz, provocó este martes un hecho insólito en las comparecencias de Diego Pablo Simeone previas a una cita tan trascendente como la de este miércoles ante el Inter de Milán .
Ya intentó forzar para el partido de vuelta de las semifinales de Copa ante el Athletic, pero la hinchazón del tobillo apenas bajó. Alrededor de la figura del francés se ha generado una ola de optimismo en el propio vestuario, pese a que sus actuaciones antes de caer lesionado no fueron brillantes. Tampoco se desempeñó mostrando esos sobreesfuerzos que tanto le aplaude su entrenador.