Frente a la irrupción de Milei, el médico dice que la Argentina “no necesita líderes mesiánicos” y asegura que JxC definirá su identidad en las PASO
. A la pesca de los desencantados con, la fuente del libertario, Manes dice que la Argentina no necesita “líderes mesiánicos”, sino “estadistas” que conviertan “la resignación en esperanza”.
-¿JxC es la mejor herramienta para derrotar al kirchnerismo o el espacio debe cambiar su fisonomía para volver al poder? -El radicalismo fue furgón de cola durante Cambiemos. Claramente, el Pro ahora puede nos puede acompañar. La sociedad va a decidir, porque nosotros vamos a ir a disputar las PASO con el Pro. Entonces, lo bueno es que podemos ofrecerle a la sociedad un espectro amplio de oposición, con un trazado grueso de país. Queremos estar insertos de manera inteligente en el mundo, aumentar la productividad, hacer una revolución educativa y tener cohesión social.
-¿La irrupción de Milei se explica por el desgaste de la dirigencia tradicional o también es una consecuencia de la decepción de la clase media con Macri? -No conozco el vínculo entre ellos. No puedo hablar. La política es diálogo. Yo dialogo con todos, pero en forma transparente. Cuando uno tiene las convicciones fuertes, puede dialogar con todos. Y cuando uno no las tiene, el diálogo se convierte en sospecha.
-Yo hablo con todos. Si quiero la unidad nacional, tengo que dialogar con movimientos sociales, radicales, peronistas, liberales y socialistas. A los empresarios les digo que el problema excede lo económico. Nos falta una estrategia de país, cohesión social e instituciones fuertes. El problema estructural del país es falta de confianza, de productividad y de visión a largo plazo. Los empresarios entienden esto.
Acá hay que hacer muchas reformas, pero la mayor es salir del atraso e ir a la modernidad. Eso requiere de un consenso político y una visión estrategia de país.-La sociedad lo va a enfrentar. En el 84, los militares eran más fuertes que Moyano. Si los líderes le contamos a la sociedad que la Argentina tiene una nueva oportunidad de convertirse en un gran país y la ciudadanía lo internaliza, podemos pasar de la resignación a la esperanza.