La abogada cordobesa preside Transparencia Internacional, la organización que combate la corrupción en 110 países. Da su mirada sobre esta problemática tan presente en el país.
Delia Ferreira Rubio, cordobesa formada en derecho en la Universidad Nacional de Córdoba, ocupa desde 2017 el cargo de presidenta de Transparencia Internacional, la mayor organización de luchaSu rol implica, entre muchas labores y responsabilidad, pasar buena parte de su año visitante muchos de los 110 países donde la organización tiene capítulos y elabora índices o ejecuta programas.
–Está claro que la corrupción atraviesa la gestión pública y los niveles de Gobierno. Pero también está la cultura de un país, la aceptación social de la corrupción. Aquí, en Argentina, vemos por ejemplo que un acto de corrupción no jubila para siempre a un político... “La corrupción es un problema global. Hay países que están mejor posicionados en el índice de transparencia, pero son parte del problema porque el dinero que se roba en corrupción termina allí: en la city de Londres, en la industria del lujo en París o en la inmobiliaria de Estados Unidos. Esos países actúan como facilitadores, aunque en el índice que mide sus sectores públicos rankea bien.