Después de 305 días de parate, mañana vuelve el fútbol en Ucrania. Cómo fue el largo camino para que la pelota volviera a rodar en un territorio que aún continúa en guerra.
En junio, el Shakhtar y el Dynamo disputaban partidos amistosos en distintos puntos de Europa para recaudar fondos para los damnificados por la guerra y el Arena Lviv funcionaba como un refugio con capacidad para 2.000 personas. En esos días y por iniciativa del presidente ucraniano Volodímir Zelenski comenzó a fraguarse el reinicio del torneo local.
Está claro que para las autoridades, esta decisión no solo procura dar algo de alivio económico a las golpeadas arcas de los clubes y un rato de recreación a una población golpeada por la guerra, sino que además intenta ser una victoria más en la batalla simbólica con Rusia. Todos los encuentros se jugarán a puertas cerradas y en estadios que contarán con sirenas antiaéreas y refugios antibombas