Hubo movilizaciones en todo el país, con epicentro en La Plata. Se reivindicó a los jóvenes secuestrados y asesinados en 1976 y cuestionó el avance de los discursos de ultraderecha. En la Ciudad de Buenos Aires, se sumó el Tercer Malón de la Paz.
"Los lápices siguen escribiendo", recordaron miles de jóvenes este viernes, en la víspera de los 47 años de la Noche de los Lápices, en la que grupos de tareas de la última dictadura cívico militar iniciaron una serie de secuestros y torturas a estudiantes por reclamar el boleto estudiantil.
Durante la movilización estuvieron presentes Emilce Moler y Pablo Díaz, dos de los sobrevivientes, junto a familiares de los estudiantes desaparecidos, y Rosa Schonfeld, madre del estudiante de periodismo Miguel Bru, desaparecido hace 30 años por efectivos de la Policía bonaerense.
Por su parte, las organizaciones de izquierda, que cerraban la columna hacia la 9 de julio, leyeron un documento propio consensuado por estudiantes representados por los partidos que integran el FIT-U: Izquierda Socialista , PTS, MST y PO.