“La necesidad de baterías más pequeñas y de carga más rápida es mayor que nunca”, dijo Chao-Yang Wang, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Penn State.
Un avance en el diseño de baterías de vehículos eléctricos ha permitido un tiempo de carga de 10 minutos para una batería típica utilizada con este fin.
Si las ventas de automóviles nuevos van a cambiar a vehículos eléctricos que funcionan con baterías, explica Wang, deberán superar dos inconvenientes principales: son demasiado lentos para recargarse y demasiado grandes para ser eficientes y asequibles. En lugar de tardar un minuto en la bomba de gasolina, dependiendo de la batería algunos vehículos eléctricos pueden tardar todo el día en recargarse.
“Las baterías más pequeñas y de carga más rápida reducirán drásticamente el costo de la batería y el uso de materias primas críticas como el cobalto, el grafito y el litio, lo que permitirá la adopción masiva de automóviles eléctricos asequibles”.
Wang y su equipo decidieron, en cambio, regular la temperatura desde el interior de la batería. Los investigadores desarrollaron una nueva estructura de batería que agrega una lámina de níquel ultrafina como cuarto componente además del ánodo, el electrolito y el cátodo.