El organismo buscaba determinar si su secretario general violó el código de ética de la institución al mantener una relación con una mujer que lo asesoraba y en concreto si ésta fue beneficiada con ascensos, promociones y aumentos de remuneración a partir de dicho vínculo.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, violó"obligaciones éticas" de la organización pero no rompió las reglas sobre incrementos salariales o conflictos de interés al mantener una relación con una subalterna, concluyó una empresa privada encargada por el organismo internacional para realizar una auditoría sobre el desempeño de su titular.
; en concreto si ésta fue beneficiada con ascensos, promociones y/o aumentos de remuneración a partir de dicho vínculo. La investigación, realizada por la compañía Miller&Chevalier, con sede en Washington, concluyó que Almagro, abogado y diplomático uruguayo,"violó las reglas y regulaciones de la OEA en lo que concierne a las disposiciones sobre el sentido común y buen juicio" y las"obligaciones éticas adicionales para el Secretario General".