El recordado humorista murió el 5 de marzo de 1988, al caerse de un balcón cuando celebraba el reencuentro con Nancy Herrera, su última pareja; radiografía de un ídolo discreto que mantuvo sus relaciones con bajo perfil
Alberto OlmedoHasta en su último minuto, como una parábola de su destino, el gran cómico argentino estuvo acompañado por una mujer.De mirada melancólica y ánimos nada efervescentes, el actor organizó su vida afectiva a su modo; a veces con convicción y otras con la torpeza del autoengaño.
Casi como en un relato de ficción, las relaciones de Olmedo escribieron páginas de una novela real que transitó todos los géneros. De la pasión idílica al thriller policial.La policía cortó el tráfico de la avenida Peralta Ramos y, de a poco, se juntó una multitud alrededor del cuerpo de Alberto Olmedo.Cuando Olmedo se instaló en Buenos Aires, rondando sus veinte años, sus primeros trabajos los desarrolló entre bastidores.
Alberto Olmedo era una persona tímida, cuyo carácter estaba muy alejado de lo que se podía percibir de él en sus famosos personajes.Judith Jaroslavsky, productora de televisión, fue el primer gran amor de Alberto OlmedoEl 12 de marzo de 1958 dieron el sí y, con los años, se convirtieron en padres de Fernando, Mariano y Marcelo.
Trabajando en teatro, conoció a una bailarina que lo impactó llamada María del Pilar García, conocida en el ambiente artístico como Tita Russ.